Víctor Callirgos

Rosa

Llevas el nombre de la flor

porque así lo quiso el destino,

por honrar tu piel, imagino,

o simbolizar el amor.

 

Porque es tu belleza tal

que no la iguala ninguna;

sea estrella, sol o luna

o la luz de brillante metal.

 

Quizá lo que más impresiona

no sea el color ni tersura,

en ti algo ambiguo apasiona

 

Mucho más, divina hermosura,

es la espina que alecciona,

antes que el goce de tu tersura.