Santi Piedra

Noche en los suburbios

Olor a muerte y sangre

en un alarido de

reclamos inocentes,

sigilosos se ven a los culpables

 risueños cuan demonios campantes.

 

Oscuridad inmensa

Interrumpida por ensordecedores

relámpagos de metralla y fuego,

estrepitosos chasquidos en las ceras,

otra vez,

olor a muerte y desconsuelo.

 

Hambre y codicia en matrimonio,

esperanzas de vida

cohabitando con la miseria;

niños sin auxilio sonriéndole a su miedo.

 

Se escuchan bajar por los tejados

las almas de los forajidos,

gritos aterrorizados,

huellas de inocentes

en callejones ensangrentados.

 

Calma y desasosiego,

calma que asusta y enferma,

otra noche en vela,

otro día eterno.