El amor es como esa esfera luminosa y frágil que sostienes en las manos
que esperas que suceda si cae al suelo,
cuando sostienes el amor entre tus manos
es como sostener la belleza de un cristal,
cuando se rompe queda roto en mil pedazos
tu intentas unir todas las partes y que fueran un todo como antes,
pero claras son las cicatrices de un dolor que agrieta y carcome,
no hay ni tanto perdón, ni tanta felicidad que repare una a una
cada herida, así como un fino cristal no se une y desaparece sus heridas,
resuelta a amarte me he puesto en el dilema de estar rota siempre,
cada vez que me sostienes me dejas caer, una y otra vez,
es un destino incierto el estar a tu lado,
impredecible y turbulento
así como el viento que azota al agua,
días son suaves, días son terribles y se gastan la piel
esperando una suave caricia
y se gasta el alma esperando un dulce palabra de amor.
Al principio esperaba todo lo bueno de ti,
luego empecé a esperar todo lo malo de ti
y ahora ya no espero nada,
por que al haber perdido la esperanza
puede ser que sea más fácil que me sorprendas
un día con una rosa.