Anocheciendo desaparece el sol
rompiendo en pedazos el crepúsculo
temblando ha quedado la ingenua luna
única testigo del esperado final,
remolino de pensamientos que golpean el
ocaso de una historia sin historia
Y es en ese momento que se hunde
ganando el espacio más profundo
allí donde el corazón olvida
brillando con una luminosidad fascinante e
incondicionalmente mío...el amor.