La tarde de ayer,
Donde tome por error
Un pedazo de amor,
Se desbanda por los
Dos lados de mi corazón,
¡Ay! Mujer de largas estaciones…
Asfíxiame en tu ropa hereje de pasiones,
Y en tu tierra bendita
De manos de manantial,
Déjame perecer.
¡Ay! La vida, si pudiera vivirse
Sola.
Hay niebla en la tarde,
Hay olor a sándalo
En el alma, y dolor de muerte
En mis manos,
¡Ay! Mi dulce enamorada,
Hay pedazos de recuerdos
En los parques, lagrimas
En los charcos, y el
Camino esta perdido
Sin tus pasos.
Y
Me vuelvo cada
Vez más cruel.
Cruel estoy, de satisfacción,
De algo indecible
De sabor a sangre,
De morir, mundo sin aire,
Decepción.
Francisco De Tescia.