Francisca Valdes

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Desperté de un sueño en el que me iban a matar. Yo no corría, no me desesperaba, solo pensaba en que le dijeran eso que nunca le dije. La culpa siempre te seguirá, compañero. Me dediqué a esperar solo el momento en el que me clavaran el cuchillo en la espalda. Estaba tan tranquila, supongo que por eso cuando abrí los ojos me decepcioné tanto de esta realidad tan evry dei is laic sandei.