Me tomaste de la mano
y me llamaste “mi amor”;
en realidad te agradé
o fue el efecto del alcohol?.
Inolvidables tus ojos.
Indelebles tus besos,
deliciosos tus labios.
Tu cuerpo...!
No sabes cuanto desespere anhelando
conocerte al fin
y oír de tu voz el clamor
de mis caricias
y como en mis fantasías,
todo tal cual, sucedió.
Una experiencia maravillosa
y salvaje y yo fui dichosa.
Tenerte cerca
y de qué forma,
fue... excitante!
Tus manos, mensajeras de tu deseo
me estremecieron toda.
Noche loca,
de pasión y fuego.
Tu nombre, que bonito,
me resuena en el aire
como perene recuerdo.
Todo tú eres perfecto.
Yo fui tu mujer,
fuiste mi dueño.
Fue real pero todo parecía un sueño,
una novela;
y la luna alumbraba tu rosto,
como una vela
con su brillo y su luz,
que aun cerrando mis ojos
podía ver lo bello
que estabas esa noche,
la primera, la ultima.
Cierro mis ojos
y sigues besándome,
acariciándome
y se enciende mi lascivia,
anhelando con vehemencia
lo irrepetible.
Deseo irresistible
me provoca tu perfume
que ahora es mi piel.
Búscame, yo te buscaré
seré tu objeto,
tu esclava fiel.