Oigo el tic-tac de angustia
en la solitaria espera,
corren varias horas y no llega,
con el tic-tac que desepera;
sin saber que la hora es ciega.
Pueda que se haya perdido,
y no puedo llamarla,
y sigo a la espera confundido.
Distraído y solo pensando
en el amor que siento por ella,
el tiempo va pasando
con la angustiosa espera:
! y al verla que llega !
dío a luz una estrella,
mi corazón como se alegra
porque llegó, la mujer mas bella.
Por: Manuel Palacios