Y desde aquí no sé mirarte,
y hay un hombre tendido sobre mis huellas
(indefenso, dudoso, afligido...)
que seguirá mirando las estrellas
si a su cielo es donde has ido.
Y ese yo, hecho y desecho,
se hará distinto cada año,
y si del mar es de donde emergía,
seguirá como antaño:
dejando sus huellas sobre la bahía.