ERES:
Como el suave viento que acaricia mi rostro
y me deleita con su dulce melodía
frase tras frase de amor al oído
que va llenando cada espacio de mi corazón.
Como el llanto desesperado y mudo
de un poeta enamorado y solo
que pide a gritos el regreso de su amada,
así es el son de tu mirada triste
cuando quieres verme y yo estoy lejos.
ERES:
Tan bella como el atardecer de una mañana
que se contempla a lo lejos en el mundo en que vivo,
tan tierna como el hermoso cantar
de las hojas bailando al ritmo de mi sonata,
tan mía, como la oscuridad es de la noche.
ERES:
El querer seguir viviendo mis días a tu lado,
el querer morir después de tu partida
para no tener que verte como eras
y seguirte amando siempre como Eres.