Te miro mientras escribes,
estoy detras de tí,
en la soledad de la habitación
solo se escucha tu respirar tranquilo.
Como me gustas...
me encanta observarte,
tan maduro y reflexivo,
quisiera entrar a tus pensamientos.
Me acerco lentamente a tí,
para no distraerte,
mis manos te rodean
y acaricio tu pecho,
no resisto más...
te empiezo a besar tu cuello,
siento como te estremeces
y aunque no miro tu rostro,
sé que estás sonriente,
te empiezo a besar tu espalda
mientras te levantas,
volteas mirándome a los ojos...
que maravillosa mirada,
que color tan hermoso.
-Perdona si te he distraido,
pero ya no aguantaba las ganas,
sabes que cuando te siento cerca
se me acaba toda la calma.
Me dices palabras que no logro entender,
porque tus labios han callado los míos,
que hermosa sensación sentir tu piel,
tu aroma siempre me atrapa.
Mientras nuestros pasos nos guían
a tu sillón preferido,sin dejar de besarnos...
me siento tan plena contigo,
me haces sentir tan mujer,
es tu magia que me toca,
es tu luz que me ayuda a crecer.
No necesito platicar todo
lo que pasó despues,
toda la entrega que hay
en nuestras almas,
tú estás ahora conmigo,
no quiero pensar en el mañana.
Me pides que acomode tus escritos,
mi corazón se estremece...
tan solo pude leer
mi nombre entre tus papeles.
No quisé parecer imprudente,
tan solo sé,que mientras escribías
estaba yo en tu mente.
Dime amor...¿te ha gustado,
que te llegué a interrumpir?
mira que nunca lo hago,
es que no lo pude resistir,
me alegra en el alma
saber que me piensas,
que escribes pensando en mí,
si tú supieras mi cielo,
cada letra mía es para tí.
Porque te pienso tanto
que me da miedo perderte,
quisiera que me recuerdes
y nunca de mí te alejes.
YOLANDA BARRY.