Éste es tu regalo,
mis palabras hechas versos,
que entran por tus ojos
y se apiñan en tu pecho,
que te abrazan fuerte el alma
y se transforman en besos
para tu boca preciosa,
para tu corazón preso.
Éste es mi regalo,
el amor que te tengo,
que echo al cielo en ramilletes,
que cada día te entrego,
todas las sonrisas tiernas
y los sueños que persevero,
los cansancios y alegrías
de la silla en que te espero.
Éste es tu regalo,
mis manos en un rezo,
para ti y los que tú amas,
para que el futuro incierto
se te abra como un libro
y te revele sus secretos
de felicidad perpetua
y los mejores momentos.
Éste es mi regalo,
mi caricia en un lucero,
mi boca en tus labios
y mis manos en tu pelo,
la pasión que me consume
y la luz con que me elevo,
lo santo de la vida
y el fuego de mi cuerpo.
Éste es tu regalo,
los más dulces deseos
de un alma que te ama
y de un corazón sincero,
de una niña cansada
y una mujer de relevo
para su hombre perdido
en la línea del firmamento.