Por sobre mi hombro, pregunta mi nieto
-siempre curioso e inquieto-
¿Abuelo, por qué escribís poesía?
Te lo explico: es una hermosa manía
de una gran cofradía,
que embellece y da vida al alfabeto.
Sea verso libre, un haiku o un soneto
para mí es siempre un reto
sumergirme en la loca fantasía
de ser, las alas de una poesía.
Mientras esto escribía
pensaba: ¡qué comentario incompleto!
Y le hablé del alma, del sentimiento.
Lo imaginé ensimismado, contento
y lo supuse atento
detrás de mí, a este soneto que brota.
Fue un soliloquio, una exposición vana,
pues he visto, a través de la ventana,
la luz maradoniana
del Enzo ¡jugando con su pelota!
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
El soneto doble o soneto doblado es una variante del soneto que consiste en añadir un verso heptasílabo tras cada verso impar de los cuartetos (1º,3º,5º,7º) y otro tras el segundo de cada terceto (10º y 13º), con lo que el poema resultante tiene, en lugar de los catorce versos canónicos, veinte: catorce endecasílabos y seis heptasílabos (Wikipedia).