¡Ah!
con mi soliloquio
dentro de paredes cansadas
como la vida recorrida
en un mercado sin almas;
risas idas,
puestos apolillados.
¡Ah! vida
qué me has enseñado
qué no he escuchado
cuándo has empezado.
Jinete sin caballo
a pura calza
a ningún lado he llegado.
¡Ah! ... inutilmente
quemaba sus cabellos
mi madre...
cuando yo anciaba la muerte.
¡Oh...!
Si he vivido hasta hoy
es por ti madre
Oh madre mía
quiero irme antes de llorarte
Que mis ojos
no quieren enterrarte
Con legaña y moscas
y cabellos tirados embolverme
De mi boca sangre brota
en el papel manchado veo mi hora.
¡Sangre!
o sí... mi sangre!.