MODESTOELPOETA1953

RECORDANDO A MI PADRE, EN UN RECORRIDO DE MI VIDA


Veintisiete años estoy sin ver a mi Padre, en carne y hueso
Sólo puedo verlo en fotos y tampoco oigo su voz
Murió en un accidente maldito, lo quitaron del en medio
Y en un segundo cambio toda mi vida y mi Dios,
Desde entonces soy más creyente y comedido
Aunque jamás se me olvidara lo que vi al levantar la sábana, 
Mi Padre muerto y su cuerpo muy destrozado,
Volvamos al ocho de julio de mil novecientos ochenta y cinco
Un día crítico una fecha maldita y un sentir malignó,
Que no puedo superar ver aquel cuerpo en el asfalto, era mi Padre,
Al qué ya no volvería a ver respirar jamás en mi destino,
Aún sueño y han pasado veintisiete años de aquella tarde,
Donde perdí más que aún Padre, un mito para mi instinto
A pesar de los maltratos que me dio, en su Inocente comprender, 
Eran tiempos donde la vida no tenía lo que nos da ahora
Y nos ofrece aunque sea difícil vivir, para las mentes sin nómina,
Sin trabajo y sin posibilidad de cobrar el paro y su obra,
Sensaciones distintas, aunque no pueda ver con vida a mi Padre
Y llore su ausencia en silencios infinitos llenos de dolor,
para mí fue un mito y yo era, un muy frágil y confuso hombre, 
Que sólo sabía trabajar sin mirar adelante, me quede allí,
En la curva de la raya, donde mi Padre yacía fiambre,
jamás nada volvería a ser igual, en todos los sentidos de mi vida,
Algo mío murió con él, aquel día toda mi sentida filosofía,
La vida es sentimiento, ternura y lo que llaman amor hoy día
Y también me han arrebatado este sentir para toda mi vida;


Soy infeliz aparte de ser un infeliz, que no lucha por nada
Sólo el día a día, con sus amarguras y tristezas, sin la caricia,
Que es la recompensa de la vida, el amor mueve la nada
Y puede con todo entré sus sentimientos sin codicia,
Que puedo hacer en esta cuesta abajo, por donde camina mi vida,
Si no puedo disfrutar de casi nada, sólo de mi bicicleta
¡Y algunos dirán ahí va, el tonto de la bici!
Pero nadie sabe lo que se encuentra dentro de mi camisa,
Un hombre sin futuro, sin sexo y sin nada que me de alegría,
Empecé recordando a mi buen Padre y sigo por una senda perdida,
Que me conduce a dolores sentimentales y mucha agonía
Y no se salir de esta carretera, donde se pierde mi fe y mi vida.


Modesto Ruiz Martínez/viernes, 16 de noviembre de 2012


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