Hay dos padres en un parque
con sus pequeños varones,
uno salta en el estanque
el otro acaricia las flores.
Uno hace un molinete
colgado de una barra,
el otro improvisa un buffet
sobre hojas de majagua.
“Mira papá”, dice aquel
“Héctor, agárrate bien”.
Y el otro padre también:
“No te ensucies, Abel”
Héctor, que no se está quieto
termina pasando junto a Abel
que lo invita a jugar un papel
-con voz meliflua- en su fiesta
Y entonces, una voz molesta:
“Héctor, ven acá un momento”.