Estás más que viva en mis pensamientos,
cada momento que evoco con amor
lo disfruto pensando en tus sentimientos
que adoré recibirlos y ser su defensor.
Eran como un respiro a mis esperanzas,
a todo lo que he esperado como deseo
y aunque se pierda la dignidad de mi templanza
al menos sé que tu recuerdo es mi consuelo.
Juntos recibíamos cada situación inesperada,
hombro con hombro sintiéndonos invencibles,
charlando como niños en un desvelo de alborada,
que no nos importaba porque éramos susceptibles.
Aún no se me olvidan tus sonrisas
y tu forma de ser, conmigo, era lo más fantástico;
siempre consentida de cariños y precisa
al confiarme tus sueños que contenían algo mágico.
Pero ya no escucho tu voz susurrarle a mi oído,
ya no siento el abrigo de tu amor en mi pecho
y como cada noche, reconozco que te he perdido
y que por más que quiera, el daño está hecho.
Sé que por más que busque el calor de tus brazos
y algo que me lleve hacia donde tú estás
siempre tendré que afrontar un rechazo
y vivir con un sueño que no será jamás.
El sueño de una vida a tu lado se ha esfumado
así como se retira la paz y la tranquilidad
cuando recuerdo que he vivido el mejor pasado
y que ahora, me duele en silencio recordar.
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Fecha 19-noviembre-2012