Llegamos en bolsitas y crecimos en la montaña
nos acomodaron en filas a todos del mismo tipo
y estos meses se han preocupado tanto conmigo
estoy siempre peinado que hasta parezco un conito
he estado bien abonado, de salud tampoco me quejo.
Estamos bien arreglados como si fuéramos de fiesta
Abajo se ven unas fincas, se aprecian unos guayabos
las plantas de los bananos nos saludan con sus hojas
en medio de cafetales que con su fruto rojo iluminan
A veces suben pajaritos y me hacen muchas cosquillas
y escuché decir a dos que piensan hacer en mi un nido.
Conforme pasan los meses nos sentimos estrujados
el señor de camisa a cuadros que me ha estado cuidando
casi no puede caminar por pasillos tan estrechos
y en todas las filas pasa igual, las ramas se entrelazan
con las del hermano ciprés que está delante en la fila.
La mañana que pensaba que esto no puede seguir
que hace falta una solución, que algo tiene que ocurrir
llegó una familia en un carro, con un aire de fiesta
se fijaron en todos nosotros, nos rozaban con sus manos
y alguien dijo algo que no entiendo, eso es nuevo para mi:
"que rico el olor que tienen, huelen a navidad"
Al final de tanta vuelta se pararon frente a mi
y dijeron convencidos "este es el que queremos"
y fue entonces cuando sentí un fuerte dolor en mi pie
una sensación de frío y de un horrible vacío
la tierra amada que me estuvo amamantando
no me pudo sostener y caí completo a sus pies
Ahora voy acostado y fuertemente amarrado
al techo de un automóvil donde viaja la familia
se oye música en un radio que le llaman villancicos
dicen que me han cortado para ir a celebrar
el nacimiento de un niño que es muy especial y bueno
Donde voy recostado los que me ven pasar
pueden observar el circulo blanco de mi pie cortado
y mientras todo se me va poniendo oscuro
y entiendo que es el final, que ya mi tiempo se acaba,
permitan a este arbolito agónico hacerles una pregunta
¿porqué para celebrar la fiesta del Niño que es la Vida
por once meses me tuvieron engañado
y finalmente me han cortado, quitándome la vida?