Armando Cano

LA ALEGRIA DE MIS OJOS

Aún hoy que estamos en noviembre te sigo extrañando.

Cuanto tiempo ha pasado, cuantas olas reventado

en las rocas de Caleta, en el muelle,… en la Quebrada.

Las tardes aquellas en que recorríamos la bahía,

nuestro caminar por la costera viendo los aparadores,

las palmeras, las muchachas, los colores de esta tierra.

Me lleno de tristeza con tan sólo recordarte,

cuando miro a las parejas que se besan en el parque.

O a quien pasa pregonando frutas frescas, globos, flores.

Tamarindos...!

Mientras yo tomo café sin cansarme de extrañarte.

¿Y si pasas distraída como lo haces tarde en tarde?

La alegría de mis ojos, el pecado de olvidarte.

Mis latidos desbocados que se apagan con tus pasos.

Sólo el murmullo de las olas logra que esté en calma

y me dedique a contemplarte.

 

© Armando Cano