te amo
como el palpitar de los arboles
que sudan con el viento
como la caricia
que llega a tu piel
a si, dicen maravillas al amanecer
caminamos junto a la mar
roceando gotas
frescas
al santuario del nacer
como el rocio
del querer
gracias a este
sin razon del volver
a caminar solos
en la noche negra
el caballo que galopa
sobre el clavel
ese recorrer salvaje
que parte tus labios
que inunda tu savia
agua fresca
del rio claro
del dia suave
que avanza por las curvas
que penetra en la cueva
humeda
llena de calor
ese vapor de maria
de susurro del bosque
y aveces nos amamos
entre puntos suspensivos
aveces este parentesis
desaparece
y la ritmica
nos guia