Tanto, que tu cuerpo y el mío se enervan,
profundidad, eso es al tenerte tan cerca;
indagan los sentidos que siempre llevan,
en el día o a oscuras, profanar tu meca.
Se hace sentir mucho más la primavera
cuando se vive, reviviendo tus caderas;
curva de dulces y flores a sabor canela,
mezcla que intoxica pero no envenena.
¿Será solo deseo de convencerte entera
para que te impongas sin mayor espera
o amor vuelto obsesión de poca tuerca
el que, por cada repiro, a ti me acerca?
Si por tener amor, que mi alma venera,
único como la flor que existe a mi vera,
me entregaré con la piel de esta entrega,
campos, sobre los que tu pies me queman.