Cuando la desesperación a llegado
y sabiendo que engañándote fallé,
no puedo ocultar lo que callé,
y que evadí por siempre...¡desdichado!.
Hoy en el umbral de la locura,
cuando nuestra melodía marca el final,
te pido me perdones mujer angelical
quiero regresar y libar de tu dulzura.
¡Perdóname!....por no saberte querer
y de mi vanidad hacer derroche,
quiero si me perdonas, saber romper
estas pesadas cadenas que me atan,
regresar a tus brazos, y al final tener
tranquilidad y olvidar rencores que nos matan.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, 21 Nov.12