Esta ansiedad innata
de mi locura extrema
es inquietud ingrata,
es angustia que quema.
Este pánico inmenso
que mi vida vulnera
es un dolor intenso,
es tristeza y lacera.
Este miedo que agobia
y asfixia el corazón
es sufrimiento y fobia,
es llanto y desazón.
Esta adversidad íntima
de mi pena testigo
es congoja y lastima,
es tiniebla y castigo.
Este infame desecho
que mi fuerza sepulta
es punzada en el pecho,
es la lágrima oculta.
Este oír la sentencia
que eterniza el dolor
es credo sin clemencia,
es temblar de pavor.
Esta intriga penada
que hace mi irreflexión
es la nefasta nada,
es todo indecisión.
Esta ingrata crudeza
que trajo luto a mi alma
es valor y flaqueza,
es suplica sin calma.
Esta prueba horrorosa
que hace mi desventura
es zozobra que acosa,
es asfixia y tortura.
Este futuro incierto
que me hizo su cautiva
es vivir en lo muerto,
es morir y estar viva.
Autora:
Amelia Suárez Oquendo.
Amediana
21 de noviembre de 2012