El mar hoy vino a verme
Temprano por la mañana
Me hallaba francamente
Cabizbajo y sin ganas
Su dulce cantar de fuentes
Ignotas y planetarias
Pudo al fin sostenerme
En esta inmensidad que calla.
Mis ojos estaban puestos
En el humo de las fábricas
Justo cuando vino a quererme
Llevar a sus aguas.
Mi mente estaba meditando
En esta prisión de murallas
Y trajo para tenderme
Una colorida toalla.
Me hallaba absorto en la muerte
Mirando mi vida que encalla
Cuando sentí que su espuma
Era quién me llamaba.
Fui al closet y saqué
Todo lo que me quedaba
Me duché y me vestí
Me puse un traje de playa
Boté mi traje gris
Mis ciento veinte corbatas
Y me fui al terminal de buses
Con una mochila en la espalda.
Hoy esto en Cancún
Tomándome un ron.
Con papaya.