Va a cantar sonoro el reloj de cuco las nueve
y ella espera estirada el canto en su habitación ,
envuelta por la cortina , viendo como llueve ,
y la radio encendida hace ruido en el salón .
Un suave maullido del gato que la conmueve
pues vuélvese palabras en su imaginación ,
el péndulo relojero apenas se mueve
junto a un bonsay pequeño de un sauce llorón .
Cae la última gota y cae ella rendida ,
y el negro gato un mueble de encina corona ,
una nota perdida me ofrece bienvenida :
tapo a la princesa con la sábana nipona ,
la beso suavemente siguiendo ella dormida ...
Y la Luna que nos observa desde Barcelona ...