Francisca Valdes

No te preocupes, los daños los pago yo. Soy como tu seguro.

No seas egoísta y déjame ser de otro, dame la oportunidad de escapar de tus brazos y tus caricias. Déjame ser de otro que ya no aguanto la agonía de no ser tuya porque así lo quieres. Déjame creer que soy yo quien se marcha y no tu quien me aparta.

Mi fe se ha ido, ha volado lejos con tu amor, con tu tristeza que más que tristeza es alivio. Es imposible pensar en otro sin saber que cuando él esté dándome todo lo que esperé, desearé ver tu sonrisa y no la suya. Desearé que seas tú quien dibuje en mi rostro un  beso mientras las lágrimas caen de mis ojos por alguna u otra razón que me sobrepasó, como siempre.