Una noche de profunda soledad un tigre y una estrella se encontraron por casualidad. Caminaron juntos largo tiempo; no importaba el rumbo ni que el reloj corriera veloz.
Cada noche el tigre y la estrella se reúnen ocultándose de los demás; se sientan a la orilla de un arrollo a contemplarse en el reflejo, comparten secretos e imaginan cuentos.
El alba llega trayendo consigo la despedida y una lluvia de besos lanzados al aire cae sobre el arrollo mientras en el triste viento quedan deambulando etéreas gotitas de amor, gotitas de dolor.
Continuará…