Es duro saber que estás distante,
Y que mis manos no tocaran las tuyas,
Que mis ojos no podrán mirarte,
Que no podré ser esa luna que te arrulla.
Es duro entender que no me entiendas,
Cuando en mis actos te digo lo que soy,
Es duro saber que mal interpretas,
El sentimiento tan sincero que te doy.
Es difícil conocer lo que tú quieres,
Si en altas y ambiguas cosas esta tu mirada,
Es duro saber que a mi no vienes,
Con tus brazos abiertos, hasta mi alma.
No comprendo ya tus intenciones,
Si de amar tu pecho tiene ganas,
No se que buscas, quizá mil bendiciones,
Que te colme algún ser cuando lo abrazas.
Ya mil noches he llorado por tu beso,
Ya mil veces he soñado con tu abrazo,
Se que ahora piensas que no te quiero,
Pero no te das cuenta que siempre te he amado.
Por eso hago lo posible por entrar en tu vida,
Por eso lanzo mis versos al viento presuroso,
Para que lleguen a ti princesa mía,
Y se guarden en tu pecho tan precioso.
Pero no han valido mis más duros esfuerzos,
Por llegar a ser el hombre que tu esperas,
Porque quizá no tengo aquello o eso,
Que te sabe impresionar y con lo que eres ligera.
Quizá no te impresione un corazón sincero,
Pero si una gran mansión, lujos y joyas,
Quizá no te impresione un simple “te quiero”,
Quizá ya te has olvidado de lo que realmente importa.
Y aunque mi amor se funda en mi sosiego,
Y no tenga la dicha de tenerte junto a mí,
Sabrá solo el cielo lo que te espero y quiero
Sabrá solo el cielo lo que sufro yo por ti.
Y así te amare mujer, fría y sin conciencia,
Mujer que despertaste en mi un sentimiento,
Despertaste un amor, que no tiene frontera,
Y aunque te quiera no sabrás lo que yo siento,
Es lo bello de amar en silencio… es lo bello.