Como un devastador meteoro
llegaste a mi vida
sin remordimientos,
sin pedir permiso.
Surcando los cielos
veloz y temible
como una gigante
bola de fuego,
extinguiendo toda la vida
extinguiendo toda mi vida.
Llegaste y te quedaste clavada
en la profundidad de la tierra
para ser recordada
por los siglos de los siglos.