Evelio Pereira Salgado

Del más allá.

 

 

Del más allá

 

Que duro es recordar.

Los tantos momentos,

de cuales, les quiero hablar.

Con tantos pensamientos.


Es duro también, habituarse,

a diversas situaciones,

sin poder, ya de veras callarse.

Mirad!!!. Las tantas revoluciones.


Es desarrollo de la técnica,

que favorece a algunos.

En el desarrollo de la étnica,

en donde sufren, los otros y los unos.


Y todo está cambiando,

rápido y violento.

Allá vienen, ya caminando,

los nuevos pensamientos, del ser incontento.


Pues la tierra, ya de faz ahumada,

protesta ya,  también.

Mientras unos, ya tienen, la  mejor armada,

los otros callan, y no dicen nada. Pues a quién?


Ahora vamos con seguridad en busca,

de nuevos y hermosos, planetas.

Y con nosotros, nuestra génetica brusca.

Así como también el recuerdo de técnicas, obsoletas.


Pero, por qué? nos vamos.

Qué es?. De la tierra maravillosa.

En dónde, unos a otros, una vez nos amamos.

Por qué? pregunto, a la gente prodigiosa.


Que duro es recordar.

Los tantos momentos,

de los cuales les quiero hablar.

Con tantos pensamientos.


El poeta ya escogió, el mundo, de la paz y la flor,

pues a él  este maravilloso mundo, le basta,

dijo, a su adorada mujer, con cariño y amor.

Y juntos izaron la bandera terrestre, a media asta.


Nunca olvidemos,  la regeneración terrestre,

costó animales, plantas y humanos, costó muchas  vidas.

Pero sí, la tierra  aquí está, con su nuevo adiestre.

Y así nos levantaremos después, de esas doloridas caídas.


Oh!  y asimismo,  la faz de la tierra ahumada,

se limpió, ya todo  de veras, cambió.

Del humo, ya no se ve absolutamente nada.

Y aquí mismo, la vida de nuevo surgió.


Que será, de nuestros queridos hijos?,

que hace tiempo salieron, con rumbo al universo.

Me pregunto, se encontrarán ya en lugares fijos?.

O estarán  jugando aún , el juego del controverso.


Qué reinará alla?. De nuevo el desarrollo?.

Descuidado, rápido y violento.

O aprendieron ya?, de otros, con orgullo,

de poseer, ya un ser, muy contento.


Por eso hermano, hermana y amigo.

Aprendamos aquí,  de esa maravillosa vida,

a convivirla y sin jugar  como enemigo,

Y asi de veras, encotraremos la mejor salida.


Que duro fué recordar.

Los tantos momentos,

de los cuales les hablé, sin dudar.

Con esos tantos pensamientos.

©



Mediador lingüístico cultural 

Sprach und kulturmittler

Autor: 

Evelio Pereira Salgado

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