Marcha el amanecer de los ocasos
luz que espía a través del ventanal
fulgurante descansa en el cristal
cegando la figura de Pegaso
galopante sin tapias a su paso.
Sin ocasos
Los cuerpos fusionados sin abrazos
discurren si dormir en lo sublime
o morir en la llama que suprime;
escapar de la fiera y sus zarpazos
o del amor, de Cupido y sus lazos.
En abrazos
Miradas inundadas sin fracasos
luceros, un diluvio cubre el cielo
de luna, transparente riachuelo;
dolor, proscritos corazones lasos
amor, campante viaje a entrepasos.
Sin fracasos
Marcha el amanecer de los ocasos
sosiego en las estelas de lo eterno
miradas inundadas sin fracasos,
franqueando las aguas del invierno.
Gisela Villarroel (gisell_v)