Shhh... silencio, por favor... silencio,
la función va a comenzar...
-- Sí, lo sabías, siempre lo supiste.
Todas tus palabras me llevaron
a la actitud que tuve.
¿O es que acaso no sabías
que mi confesión fue auténtica?...
Ella está actuando.
Todas las noches representa
esta obra. Y en el final,
el público aplaude de pie.
La colma de halagos.
De regalos . La ovacionan.
Es una gran actriz,
y yo aquí, a escondidas,
ocultándome en las tinieblas...
Aquella noche, ella y yo
regresábamos de una
de las tantas fiestas...
-- Esta noche te pasaste querida.
Genial. Única, como siempre.
Vamos a brindar una vez más esta noche.
Pero aquí, solos.
Ya como que me molesta
un poco de que tanta
gente esté a tu alrededor,
como las moscas...
llenos de deseos... de mirarte,
admirarte, acariciarte, pídiéndote un autógrafo...
Brindemos amor, por una noche solos, al fin...
y amándonos con tiempo...
Siempre estás apurada, nerviosa,
expectante de la hora,
de tu vestuario, tu maquillaje...
Ese vestido, te queda hermoso.
Eres tan bella... mi divina actriz...
Mi amor...
Déjame encendértelo yo.
Primero el fuego del encendedor,
después, el mío...
¿Qué te pasa? ¡No!
¡Silvia! ¡Se te quema el vestido!
Te lo saco... ¡No tengas miedo amor!...
Oohhh... mi cara... mi cara Silvia...
¡No, no! ¡Me quemé el rostro!
¿Estás bien? Cúbrete con algo...
Estás casi desnuda... por suerte
no te has quemado...pero yo...
( Se acerca al espejo) ¡Silvia!
¡Mi rostro! Oh, no... no me mires...
¡No me mires!...
¡Silvia! ¿Qué haces?
¡No te vayas... Silvia!...
Desde aquella noche, Silvia me huye.
Se espanta de mi presencia.
Nada han podido hacer por mí...
Soy el marido de la gran actriz Silvia Ford...
el monstruo... como todos me llaman...
Escuchen... sshh...
-- ¿Y qué es lo que querías que hiciera?
¿que me quedase a tu lado? No, me iré,
esta misma noche me iré de tu lado para siempre...
Esa escena... fantástica...
Inigualable ...única...
Silvia, mi amor, la incomparable...
La Divina, la bella...
Y yo... este monstruo humano...
Solo se acerca a mí desde lejos...
Se que me ama, a pesar
que no me lo demuestra
con la ternura y el amor de antes...
del accidente del fuego...
ese fuego que me deformó el rostro
y así quedé... convertido en el monstruo
de la actriz Silvia Ford...
la más grande de la escena teatral.
Oh, mi Silvia... tengo que soportar
esta soledad, aunque cerca tuyo viva...
Hasta yo me repugno al verme...
Sí, soy un monstruo humano...
y con tal de estar a tu lado, todo lo soporto...
Tengo sed. sed de bebida,
y sed de amarte... como antes...
Pero tú no aceptas mi cercanía, mi contacto...
¡Oh Dios, dame fuerzas para poder seguir
soportando esta cruz!...
Mi cruz de la angustia, del sufrimiento,
de la soledad, del amor no compartido...
No quiere saber nada de tener relación sexual...
Le espanta el contacto de mi cuerpo,
de mi rostro monstruoso...
Tú Señor soportaste tu cruz hasta
el final... No se si yo pueda tener fuerzas
suficientes para lograrlo.
Mi vida está plagada de angustias...
unas angustias lacerantes...
Mi rostro... Oh, mi rostro...
el fuego me lo ha destruído...
y ella se apartó de mí... por mi montruosidad...
Ella, tan bella...y yo...
convertido en este monstruo...
¡Silvia, oh Silvia!... mi amor lejano...
mi recordado amor...
Te amo mucho más que antes...
pero tu corazón, ya no me pertenece...
Eres solo del teatro, de una obra,
de un personaje, de tu público...
Y yo aquí, esperándote, en las noches
que no voy a verte en las funciones,
para que la gente no se aterrorice al verme...
Esta noche mi amor, aún no has llegado...
Te espero, y no llegas...
Estarás finalizando la función...
Después, el público te rodeará...
te alabará, te felicitará, te besarán...
y yo... con este rostro... no puedo
siquiera aspirar tu perfume...
Mi Dios, dame fuerzas...
Dame fuerzas... mi final tiene que llegar...
Estoy muerto en vida,
la amo con locura...
pero ella... no me deja acercarme,
a su hermosura... a su rostro angelical...
Cuando vuelva... mi rostro seguirá
sobre mi cuello...
Tengo y debo eliminarme de este mundo...
Mundo que compartí con la bella,
la única, la inigualable mujer de mi vida...
Tendrías el recuerdo de mi belleza antes
del accidente Silvia...
Pero con vida, no verás más a este
monstruo... humano.
(Abre un cajón del escritorio.
Saca una pistola, la apoya
sobre su corazón...)
Adiós, mi amor, recuérdame bello...
tu monstruo se quitó la vida...
Todos os derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto - 23/11/2012)