Ay de mis dias cuando no estas,
mi cama se vuelve un desierto frio y oscuro,
y mi reloj un mountro que se come las migas que quedaron de tu amor;
las calles solas y burlonas me preguntan por vos,
y el cielo lanza cuchilladas que ni hieren ni matan,
solo profundizan mi agonia;
y mientras tanto vos le repartis primavera al otoño mata.