La luz negra de una farola apagada
ilumina la esquina donde trabajaba
un gusano de seda que fue mariposa
Un teléfono saturado de cobertura
muere en el fondo de una alcantarilla
Ron y cocaína hacen la zancadilla
Crisálida que suspendió la asignatura
El viento jugaba con ella
era como papel y hojas secas
viajaba dentro de un vendaval.
Los coches ocultan el negro del asfalto
La urbe gris está lejos de todos los sueños
Las sirenas de ciudad nunca llegan al mar
no lo hacen las que anuncian prisas mientras braman
por llegar cuanto antes al destino
El tallo de la rosa ya no ampara a la flor
demasiadas espinas atraviesan mortal el corazón
La noche es fría como un cuerpo sin vida
y no perdona aunque seas su compañera.
La cárcel de tu vida siempre tuvo abiertas las puertas
ya eres libre de tu dependencia
Saluda a Libertad, vuela a su encuentro
La sombra de la morera es pegajosa
nunca te pares en ella.