Te llame desde la escalera,
tú ya estabas marchando por la vereda de en frente,
me escuchastes, adelantaste un poco la cabeza ,
y para oir mejor mis palabras,
abanicaste el rojizo cobre de los rizos de tu cabellos,
que tan bien se saben dejar caer, sombreando tu frente a su antojo,
con un abandono artístico de mujer ingenua ,
que al pender de tu cien, caen como turbulentas cataratas,
rozando tu mejilla hasta descansar en tu senos.
Destacando tus húmedas pupilas , cargadas con ámbar , miel
Y destellos cristalinos de sol,
Que se reflejan como un punto de luz, en el portal de la esquina.
Vi. tus labios entreabiertos que ligeramente,
al impulso de una respiración suave con ese aroma a tu perfume preferido y frutal,
algo me decías .
Pero producto de la distancia,
mis ojos que por efecto sin duda de la turbación errante
y sin fijarse en ningún lado se volvieron instintivamente hacia los tuyos
y al fin exclamé,
¡¡ La poesía eres tú!!
Porque el único sinónimo posible de poesía ERES TÚ.
Tú eres poesía,
tú eres mi mujer,
tú eres mi locura,
tú eres mi manera de ver,
tú eres mi instinto de vida
y de mi muerte lo sé,
el doblar mis rodillas
y el de mis lagrimas también.
Y a pesar que para los hombres.
el sentimiento por las mujeres es un fenómeno accidentan,
que pasa como una ráfaga tibia de aire y se va...
Pero cuando ella entra en tu alma,
¡Ay madre querida!
Nadie sabe lo que se puede pasar.
Tú que siempre te reías,
que de amor nadie se muere ya.,
se que seguramente,
seguirás pensado igual ,
¡Claro que sin duda, que así será!,
porque de mi muerte, seguro....seguro....
que no te enteraras..
L.M