Sandra Ignaccolo

AUTORRETRATO

 

Mujer de mar, espuma que acrecienta,

 

imponente y volátil criatura,

 

de palabra precisa , predecible,

 

indomable mujer, de gran altura.

 

 

 

Mujer que se respeta y viceversa,

 

respaldada de sueños y premura,

 

inundada de llantos y de risas,

 

romántica amalgama sin censura.

 

 

 

Mujer que se desvela y que sueña,

 

que pasa del desquicio a la cordura,

 

formidable y sutil, mujer ardiente,

 

voraz desde la cima, a la llanura.

 

 

 

Sandra Ignaccolo.

 

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