Viene anegándose las gargantas.
Vienen solventado por
los vientos de noroeste.
Ya ha caído suficiente agüita
para saldar la acequia.
Nada sobre el suelo negro de
mi tramo de finca pastosa.
Agujero en mis patas
ulceras en mis ojos
de verlos secos
a los hombres
de tanta agüita que ha caído.