En la soledad más profunda nace una canción, entre
risa sollozada y los vientos de carbón… agonizante
vuela el alma, va hacia el cielo, va hacia dios…
oxigeno apretado, palpito en la mano, la sutileza de su
espejismo sagrado van flotando entrelazados, Cristales
rotos ha creado…
Se mira entre los vidrios y peina su espíritu a un costado,
el brillo de sus ojos que se ve en los cristales medio rotos
hacen fuego, crean llamas, se extiende entre las venas,
arde en la sangre… oxigeno asfixiante se sumerge entre sus
poros, decaídos van los ojos, arde el cielo, arde su Dios.