Yo que siempre he sido salvaje...
Salvaje dicotomía es mi espíritu cautivo,
es un furor en la mejilla de un beso, el tuyo.
Dime, si el oleaje de una mirada inquieta, la mía,
embiste a la turbulencia de tu pecho.
Indomable es la necesidad de poseerte,
el ansioso dobladillo de mi frente al verte.
Una rabia reprimida en los modales de etiqueta
y fugitiva en las huellas cuando la piel recorren.
Paraíso es la imaginación, la mía.
Cuando desvisto a tu cuerpo frente al mío,
a la distancia de los suspiros evaporados,
sin tocarte o respirarte, tan sólo mirarte.
Feroz instinto, aullido óptico y hambriento.
Luna que altera las mareas apasionadas,
provocativa ilusión en mi tesón por amarte
y hacer de la noche, un espíritu salvaje.
Clavel Rojo
Alejandra P. Rodriguez Espinosa. Todos los derechos reservados.