Temores que arrastras del minuto primero
quebrando el silencio con llanto estridente.
Dejaste el arrullo del vientre materno,
el dulce momento se tornó un tormento;
inspirar es esfuerzo que un grito lo lleva
la piel empapada se enfría y es pena.
Frotando tu cuerpo mangueras y telas
-el plácido sueño se estrelló con la tierra-
Caminas descalzo con la mente abierta
Se ríen los ojos, todo es belleza
Despiertas al alba, el juego te espera...
El color de los prados, el olor de la yerba.
Las luces del alba, la luz de la vela
son luces del alma en mirada traviesa
Titubeante el paso, volando te lleva
en busca de todo lo que tocar puedas
En ese ínter tanto, la vida te muestra
la fría mirada, el dolor de la ausencia,
la severidad que tiene el son de las reglas
Conoces distancias, reproches y penas.
De ellas aprendes, arrastras sus huellas,
parecen fantasmas rodeando tu pieza.
Se hacen visibles cuando no lo esperas
y sientes el miedo aunque no lo quieras;
es marca de agua de fuego y de arena…
lo traes de siempre,
desde que tocaste tierra …