Una lágrima rodo por mi mejilla,
escuche el sollozo de mi alma que aun dolía,
el dolor intenso que me hacía llorar de melancolía,
lloraba por un amor que no me quería.
Escucho mi corazón llorando,
mi corazón que un día soño que lo querían,
más hoy se encuentra destrozado,
hecho pedazos por este amor que no supo nunca lo que valía.
Se ahoga en mi garganta el te amo que soñe un día,
se hunde mi esperanza en el mar de la melancolía,
me quedo sola, sola sin tu compañía,
me invade la soledad que ahora era lo que me de su abrigo... su compañía.
Escucho mi corazón llorar,
sollozar por tu partida,
más nunca entendi que tu jamás me amarias.