... Y en una tranquila noche recostado sobre la cama, sentir una lágrima correr por el rostro, al recordar que a pesar de todo lo vivido, Ella sigue siendo la razón de tu existencia ...
syglesias
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HAY amor MÍO, corazón de OTRO:
Hay amor mío, corazón de otro, cuanto haces sufrir a quien te ama más de lo que puedes estar imaginando dormida y creyendo despierta por el silencio que evidencian tus sensuales labios de rosa, no diciendo nunca nada, viéndome padecer del dolor que provoca el olvido demostrado por tus ojos glaucos al no querer detenerte un instante por haber recordando la presencia que tuve en tus anhelados brazos...
Hay amor mío, corazón de otro, dicho sincera y sentidamente arrodillado a los cuatro vientos desde el rincón oscuro del destino donde me abandonaste una noche de Abril sin dejarme ninguna orientación de luz para lograr seguir seguro tus pasos por el mundo, porque aunque no lo concibas Yo deseo seguir viviendo y riendo a pesar de todo lo acontecido, pero el pasado que eres Tú, sigue atándome las manos...
Hay amor mío, corazón de otro, pecador por la carne que sabe desnudarse al calor de la hoguera en otro hogar, apegada al pecho de otro hombre que no te amará como Yo te amé, suspirando profundamente tras cada beso acariciando suavemente todo tu divino cuerpo, fueron muchos años sublimemente dedicados a la pasión encontrada hasta en la mirada, que no se logran en un día, aunque Él lo quiera, por aun existir alguien lejos que piensa en ti, viviendo solo, por ti...
Hay amor mío, corazón de otro, busco la mejor manera de decirte adiós levantándome de mi rincón, pero no sé si hacerlo alzando y moviendo la mano o besándote la frente, para darte así todo la bendición, sabiendo que al mirarte podría sentir más dolor de ausencia que tristeza dentro de mi corazón herido, pero estimo que este paso en nuestras vidas juntas será la mejor decisión tomada para que el daño bilateral a la postre sea menos traumática y resistible...
Hay amor mío, corazón de otro, no sabes cuánto voy a extrañarte, pero llegará la oportunidad en que mi canto será claramente feliz, porque si Tú incansablemente lo has buscado, Yo pienso que lo merezco aunque ya no sea contigo como una vez lo soñé, diciéndote al oído cuanto cada vez te amaba hasta que la muerte nos hubiera separado al soltar para ese entonces tu mano de mi mano en la búsqueda del arcoíris...
Hay amor mío, corazón de otro, tonto que igualmente como Yo, esperará con el próximo amanecer ver reflejado por tus ojos verdes el milagro de poder amar siendo amado, verdaderamente, hoy, mañana y siempre, sin saber que contigo nada es predecible y seguro, salvo que conociéndote como Yo te conocí, íntimamente, por seguro jamás te olvidará, para no caer nunca más en tus brazos de la perdición...
Hay amor mío, corazón de otro, libera las amarras sentimentales que ayer nos unieron por amor, permitiéndome ser feliz como me parezca mejor hacerlo pero lejos de ti, si dejaras correr por tus venas todo el desamor que demostrarte el ultimo día que nos vimos frente a frente, sin tenerle miedo virando la espalda al fuego eterno que podría alcanzarnos, cuando cerremos los ojos al no hablarnos jamás claro.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 24112012 08:30 PM.