Es la vida sólo instantes,
sólo aliento,
sólo un drama cuyo autor
se llama Dios.
Con Su magia nos despierta,
nos da un beso…
Sana heridas infectadas por la duda.
Nos escribe.
En Su Amor todo comprende
aunque nadie reconozca La Verdad
ceñida al mundo.
Hoy
es tiempo para darnos un abrazo
como hermanos
y decirnos
sin palabras
versos libres que dibujen transparencias
e ilusiones.
Si el errar deja una huella en la memoria,
más lo hacen los sonidos del perdón.