Juan Carlos Luna Núñez
Prosa de la Perdida
Se me escapó una poesía,
la más bella de todas.
Yo soy el culpable, nadie más;
debí cerrar la ventana, debí atarla
a la pata de mi cama.
Se me perdió una poesía, mora, sin
nombre y sin terminar; es azul
lleva mi letra y habla sabrá Dios
de qué.
Se echó a volar un suspiro
en un papel amarillo, saltando
ventana afuera, se divorció de
mi lápiz; Si alguna vez llega a
tu puerta, retenla y envía por mí.
Se dio a la fuga la más bella de
mis prosas, la depresiva, la
suicida que hace un mes se
arrojó a la chimenea.
Se extravió la prosa enferma;
y yo me pregunto mil veces
¿Si la escribiese de nuevo, puedo
usar los mismos adjetivos que
vertebran la fugitiva sin pecar
de auto-plagio?
¿Será justo usar el mismo nombre
que le debo a la que huye, en una
copia barata escrita sin sentimiento?
Yo me respondo que no y juro
esperar hasta la muerte de ser preciso
aferrado a mi ventana; estoy seguro
que un día de estos días a de volver
arrepentida la muy pícara a pedirme
un espacio en mi cuaderno.
Ese día sin dudar la haré enmarcar,
la colgaré en el pasillo y le llamaré
Mi Obra Maestra