Tu figura
no es el prototipo de la esbeltez;
sin embargo,
estaré contigo así te desfigures en la vejez.
Tu forma de pensar
ese espacio que he de respetar,
tu interior cual belleza prístina,
es un reflejo actual de ti, mujer divina.
La felicidad de estar a tu lado
es el gozo que me embarga,
eres la felicidad de esta casa,
donde el dolor y el amor se empatan.
Te amo para mi,
para acariciarte de enero a diciembre,
de norte a sur
y desde tu negro hasta tu azul.