Asomada en el borde de los abismos de tus pupilas,
Me detengo de tus hombros, me alimento de tu silencio.
Nuestros labios ansiosos se regalan besos, se exigen besos.
Los besos nacen solos, nos enseñan, nosotros solo los seguimos.
Mudos, embelesados, suspirando nos toman por sorpresa
y nos llevan por sus caminos…
Ternura, deseo, pasión… son el lenguaje de los besos,
el corazón lo comprende después que los labios.
Bésame, bésame con las ansias con que yo te beso,
Cada beso siembra en la piel, siembra en el alma,
siembra en los labios fértiles su semilla.
Los besos hacen brotar manantiales de agua tibia,
cierran espacios, encienden sueños, acercan ciudades, apagan la luna.
Los besos hacen rutas, mapas para las manos de los enamorados,
encuentran permisos que no pasan por el perdón,
cada beso te lleva de la mano a otro beso y a otro.
Bésame, bésame y dame después otro beso…