Osber
Autocuidado
¿Preocuparme por mí mismo…?
¡Por supuesto!
No soy sombra, ni cometa,
ni un consejo.
Lo fugaz o secundario desconozco,
lo accesorio o agregado
son inventos
de los otros,
los adjuntos a mi vida,
los que giran en mi entorno como objetos…
Ellos saben,
sólo ellos reconocen,
sólo ellos
atestiguan que las leyes comunales
no se aplican a mis normas de existencia…
Sólo ellos...
Cada frase ajena a mí no tiene forma;
su sentido es polvo amargo sobre el viento
y las frases destinadas a acusarme
no son más que palabrillas de relleno.
¿Preocuparme por mí mismo…?
¿No lo harías…?
Soy lo más profundamente malo y bueno,
soy la llave de las puertas sin salida,
soy un sol con brillo propio…
Soy lo bello,
lo terrible, lo que crece,
lo que acaba…
Soy la Tierra Prometida
y el infierno.
Si te atreves a cuidarme para siempre
no haré nada para herirte,
ni mentirte, ni fallarte…
Lo prometo.