Adormecida en ausencia de mis versos
diluída miscelánea en mis venas,
de repente se convierte en un fantasma
que se agita en derredor y me doblega.
Cosquillea en mis sentidos.Al oído
me susurra:-¡Oye! Escribe, ponle gana.
Entiende rápido ¡Ya! Dale sentido.
Yo soy la musa y tu eres la trujamana.
Me transmite que este mundo está vacío,
que la poesía conmueve poca gente
porque los hombres hoy endurecen su presente,
a tal punto que ellos mismos se condenan.
¡Las torpezas se agigantan con su paso!
Si certero se aproximara el ocaso,
pocas almas omitirían ceguera.
¡Hasta el ritual del sol su ritmo acelera!
Yo le abro paso y la alejo de mi mente,
para entonces interrogarme libremente. . .
¿Regalaremos al cosmos una rosa
mutando cual crisálidas a mariposas?
Autora: Graciela Beatriz Traverso.