OCHO SÍLABAS PARA TI
Sabes, deje de quererte
porque me amabas mucho.
El hombre sabio y ducho
no se fía de su suerte.
Hasta los niños rehúyen
el amor en demasía;
su sueño se extravía
y eso, ellos, lo intuyen.
El ave encarcelada
bate sus alas, rabiosa.
Aunque le digan hermosa,
prefiere ser liberada.
Y las flores en su vergel
impregnan con su fragancia;
purifican la estancia
por su libertad no perder.
Hasta la roca inmensa,
que está en la montaña;
cuando la lluvia la baña
en ser libre, siempre ,piensa.
Porque todo lo escrito
lo hice, sólo, para ti.
Pido a Dios seas feliz
gracias, al amor bendito.
Ramón Gutiérrez
26-11-2012 PALO COYO