bonifacio

A la mujer que me salve del río de mi propia existencia

A la mujer que me salve del río de mi propia existencia

Le daré mi esencia

Envuelta en poesía.

 

La mujer que se atreva

Me pondrá a prueba

Y salvaré la exigencia

De darle cariño

Con toda elocuencia.

 

La llenaré de besos

Y abrazos de esos

Que suspiran sirenas

Y cantan haditas

En bosques que sueñan

Que un príncipe alado

Halle a su princesa.

 

La mujer que me salve

De hundirme en el mar

Le daré el juglar

De mi propia experiencia

Y la haré feliz

Con gran transparencia.

 

No será un error

Salvar al trovador

Que la vida lleva

Hacia un fin inmediato.

 

Le daré mi calor

Cuando el frío llegue

Con sus consecuencias.

 

Y su soledad

Se convertirá

En fiesta.